No es nuevo en el Ayuntamiento. Es el responsable de dos de las áreas que cada vez van adquiriendo más peso en el municipio: Comercio y Turismo, y ahora además afronta una nueva etapa como concejal de Fiestas, algo que siempre le ha gustado. Juan Carlos Bueno asume esta nueva competencia desde el respeto y el trabajo que conlleva la celebración de los días grandes para el municipio por la gran cantidad de personas que aglutinan, pero que con la colaboración de los compañeros, técnicos y personal de seguridad intentará que todos los actos se desarrollen con normalidad y todo el público disfrute.
-¿Supone un nuevo reto asumir la Concejalía de Fiestas?
-Para mí es un reto, es algo que también quería hacer, pero conlleva muchísimo trabajo. Al final las cosas salen muy bien porque detrás tienes un equipo que funciona. Las fiestas son un compendio de todas las concejalías (Cultura, Servicios, Educación, Juventud…) y al final se distribuyen entre todos y los equipos de trabajo que hay son buenos y los trabajos se hacen más sencillos, pero para mí es un reto grande. Las fiestas de Santa Marta son unas fiestas relevantes en la provincia y Silvia, la anterior concejala, las ha estado llevando muy bien y ha dejado el listón muy alto y ahora, como poco, hay que igualarlo y mantenerlo, que no es fácil. Pero la verdad es que me gusta y lo he aceptado con toda la responsabilidad y las consecuencias que conlleva llevar las fiestas del municipio y lo hago encantado.
-¿Qué cree que es lo que define a las fiestas de Santa Marta para que se hayan convertido en un referente en la provincia?
-La verdad es que se hacen con todo el corazón y todo el cariño primero para que los santamartinos disfruten de ellas. A partir de ahí, si buscamos que la gente de la provincia venga también a divertirse. Son unas fiestas que tienen de todo, son unas fiestas que tienen actividades para todos los públicos, desde niños pequeños, para la juventud, con cultura, teatro, deportes y también para los mayores con un día dedicado especialmente a ellos, al igual que para los niños. Son fiestas muy variadas y lo que es la fiesta en sí, los conciertos son de grupos relevantes y un tipo de música que le puede gustar a todo el mundo, al igual que las orquestas que son de calidad y de primer nivel, que están pegando fuerte.
-Cultura y Turismo, unido a las Fiestas, ¿son los nuevos pilares de desarrollo de Santa Marta?
-Está todo entrelazado con el mismo objetivo de lograr que los turistas y visitantes que llegan a la ciudad crucen la pasarela y se acerquen a Santa Marta a conocer todos los atractivos que ofrece. Nos estamos volcando para atraer a gente de fuera para que venga a conocer el municipio, con los museos, la ruta de arte urbano o la Isla del Soto, nuestra gran puerta de entrada. Es un pueblo con vida y no hay un comercio y una hostelería como los de Santa Marta en la provincia. Todo ello consigue activar la economía local.
El mes de julio ya es sinónimo de fiesta, comienza el preinicio con la Feria del Comercio, que aglutina actuaciones y conciertos, y ya no paran las actividades. Continúan con la recuperada Fiesta del Carmen, ya con una orquesta fuerte, y la Semana de la Juventud, para dar paso a los días grandes de las fiestas.
-Además de los conciertos y los festejos taurinos, con el toro del aguardiente como acto estrella, ¿qué destaca de estas fiestas?
-Pues sí, el correfoc que gusta mucho y el tema taurino, que es una tradición que no se puede quitar. Está instaurado y apostamos por ello. La plaza se llena los cinco días de festejos y, además de los cortes, lo más relevante es el toro del aguardiente, que a mí es lo que más miedo me da. Aunque hay muchos controles, lo que queremos sobre todo es que no pase nada. Que lo disfruten, que se lo pasen bien, pero que pase rápido y sin incidentes.
No somos perfectos y seguramente se podría haber hecho mejor, pero está hecho con mucho cariño para que todos disfruten y gracias al gran equipo que hay detrás que hace muy fácil el trabajo estos días.
-Las peñas son un pilar fundamental. ¿Sin peñas no habría fiestas?
-Evidentemente, Santa Marta no se entendería sin las peñas y prueba de ello es que cada año van creciendo. Este año son 48 peñas activas y dando vida y ambiente al pueblo durante todos los días de fiestas. Además, tienen su espacio propio, el ‘campamento Krasty’, en el que se fomenta la convivencia entre ellos y hacen también su fiesta. Fue una buena idea agruparlas en un mismo espacio y está todo muy controlado y cada uno es consecuente y responsable de su peña y también responden por las de alrededor. Además, saben que si pasa algo raro, automáticamente se cierra y se clausura la peña.
-¿La responsabilidad y la preocupación de ser el concejal de Fiestas le van a dejar disfrutar de las fiestas como en años anteriores?
-Lo principal es que no haya ningún altercado, es lo que más me preocupa. Quiero que salga todo bien, pero que alguna actuación salga mejor o peor, que guste más o menos, pero deseo que no haya ningún altercado serio ni problemas en el toro del aguardiente ni en los conciertos. En cada actividad voy a tener la preocupación de que salga bien, pero cuando entra la juventud, la noche y los conciertos, la preocupación es mayor y que tampoco haya problemas técnicos. Intentaré disfrutar, como pueda, aunque está claro que no va a ser al cien por cien, pero es la responsabilidad que conlleva ser el concejal de Fiestas y son días en los que soy la persona más solicitada del municipio.