La Fundación Inés Luna Terrero ha retomado la concesión de las ayudas sociales que entrega cada año y que se vieron paralizadas por la pandemia. Por ello, como ha afirmado la subdelegada del Gobierno en Salamanca, Encarnación Pérez, «tras el paréntesis del covid y la crisis económica que también ha afectado al Patronato, se vuelven a poner en valor estas ayudas».
La cuantía de las ayudas concedidas esta año por la Fundación Inés Luna Terrero, creada en 1955 con un patronato que empezaron a presidir los Gobiernos Civiles y después la Subdelegación del Gobierno, ascienden a 235.000 euros «que la Fundación detrae de sus beneficios para estos fines».
El Patronato, formado por el obispo de Salamanca, el abogado del Estado, el alcalde de Vitigudino, representantes de la Diputación y de las universidades de Salamanca (USAL y UPSA) y la subdelegada del Gobierno, además del economista nombrado para asesorar, ha decidido entregar en esta edición las ayudas de carácter social a Ranquines y Proyecto Hombre, entidades de carácter social del tercer sector, «que son claves en la atención social», relacionados con la salud mental y con la prevención y atención a personas con adicciones, respectivamente.
En este sentido, Ranquines ha recibido la ayuda completa solicitada por valor de 40.000 euros para la adquisición de una furgoneta con la que se puedan desplazar por la provincia para atender a personas con problemas de salud mental en los pueblos.
Proyecto Hombre ha invertido los 35.000 euros concedidos para incorporar un vehículo que les permita cubrir la necesidad en sus desplazamientos.
Respecto a las subvenciones correspondientes a los fines culturales de la Fundación, se destinan a apoyar con becas a estudiantes, tanto universitarios como de ESO, Bachillerato y FP. En total, 80.000 euros, de los que 2.000 irán para los universitarios; 500 para FP y Bachillerato y 400 euros para los de la ESO, para cualquier centro de Salamanca y la provincia con prioridad para la zona de Vitigudino, donde vivió la fundadora y con ello queda patente que la Fundación «está en Salamanca y sigue trabajando por y para Salamanca», ha concluido la subdelegada del Gobierno.