La Policía Nacional ha detenido a dos mujeres dentro la operación Perú, contra trata de seres humanos, el tráfico de personas, la inmigración ilegal y las falsedades documentales, así como de los delitos conexos a aquéllos.
Los agentes de Salamanca tuvieron conocimiento de la actividad delictiva que realizaba una empresaria, propietaria de una residencia de ancianos en un municipio de esta ciudad que obtenía beneficios económicos del trabajo realizado por ciudadanos extranjeros en tareas de limpieza.
La investigación desveló que aprovechando los convenios existentes entre España y Perú y bajo la apariencia de legalidad, ofrecían precontratos a personas vulnerables y en situación de necesidad en origen, y a través de una captadora residente en Lima se les pagaba el billete de avión y los gastos de viaje con destino a España y en concreto a Salamanca, donde se les ofrecía que iban a desempeñar un trabajo legal y remunerado en limpieza, la cuales eran explotadas laboralmente.
Las víctimas una vez que llegaban a Salamanca eran ubicadas en una residencia de ancianos y obligadas a trabajar en tareas de limpieza en condiciones de semiesclavitud, obligadas a vivir en la residencia ejerciendo un control de su libertad de movimiento.
Y como consecuencia del traslado a España, cuyos gastos de viaje habían soportado personas de la organización, las víctimas generan una deuda, la cual se iba incrementando fruto de los gastos generados por su alojamiento y manutención en la propia residencia. Iban generando una deuda creciente y eran obligadas a trabajar en condiciones de explotación, sin remuneración o con una remuneración insignificante, ya que debían pagar la deuda contraída. Trabajaban todos los días de la semana, y todas las horas del día y eran controladas en su tiempo de descanso y sometidas a vejaciones y desprecios constantes. Llegando a manifestar algunas de ellas sentirse como ‘esclavos’.