La ‘Operación Bocata’ ha regresado a Santa Marta con 1.371 bocadillos tras cuatro años de parón por la pandemia y la crisis sanitaria. Una iniciativa que se hace a través de la parroquia con la ayuda de más de medio centenar de voluntarios y la colaboración del Ayuntamiento y de la Escuela de Hostelería, que han donado 300 euros y en torno a 700 rodajas de embutido y queso respectivamente. Unas donaciones que han servido para elaborar parte de los bocadillos que se han repartido a lo largo de la mañana.
El Consistorio, como es tradición, ha hecho entrega a través de la concejalía de Bienestar Social de un cheque para afrontar los gastos de esta iniciativa solidaria. Además, la Escuela Municipal de Hostelería ha hecho entrega a los voluntarios encargados de la logística de una barra de jamón york, una barra de mortadela y otra de queso, además de dos chorizos y dos salchichones ibéricos. Por su parte, las panaderías locales han donado las barras de pan.
En la plaza de la Iglesia se han repartido 370 bocadillos, a los que hay que sumar los 1.001 que han encargado colegios institutos y entidades del municipio, lo que hacen un total de 1.371bocadillos. En concreto se han repartido 346 en el Miguel Hernández, 173 en el Torrente Ballester, 156 en el Colegio San Blas, 170 en el Carmen Martín Gaite, 28 en el Centro El Cueto, 34 en El Telar, 15 en Ranquines, 34 en el Hernández Vera y otros 43 en instituciones y empresas de Santa Marta.
Este año, los 5.484 euros que se han recaudado se destinarán a la construcción de aulas escolares en Togo, y de una albergue para niños de la calle en la India.