Originalidad, imaginación y trabajo han sido los ingredientes que la gran familia del San Blas ha entremezclado para lucir esta tarde sus espectaculares disfraces.
El kiosko del San Blas con su amplia oferta de chuches, las moscas y los matamoscas, las atracciones de feria, los pintores con sus cuadros andantes y los espantapájaros, entre otros, han sido algunos de los elaborados disfraces que han desfilado por el patio del colegio San Blas, convertido en un auténtico collage lleno de color, música y diversión para celebrar la fiesta de Carnaval organizada por el AMPA del centro.
Una tarde en la que la música no ha parado de sonar para animar el baile, en el que han participado niños y papás. Tras el baile ha llegado el turno del desfile para lucir sus atuendos carnavalescos y el concurso de disfraces, con premios para los tres primeros de cada categoría. En total, 130 euros para los grupos (60, 40 y 30 euros, respectivamente) y cofres con material escolar para los participantes en la categoría individual.
Un año más, y con más ganas tras el parón de la pandemia, el AMPA del San Blas ha vuelto a contagiar su buen hacer y su camaradería en una tarde de fiesta y convivencia en la que han disfrutado niños y papás.