La eliminación del Impuesto sobre Donaciones ha afectado a 3.752 salmantinos que han ahorrado 37,8 millones

La eliminación por parte de la Junta de Castilla y León del Impuesto sobre Donaciones para evitar gravar bienes que ya han tributado anteriormente, ha supuesto un importante ahorro para los contribuyentes de la Comunidad desde su entrada en vigor en mayo de 2021. Un total de 29.780 personas de Castilla y León se han beneficiado de un ahorro fiscal de 218 millones.

La supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones –que ha permitido reducir al 99 % el coste fiscal al que se encuentran sometidas las adquisiciones de bienes y derechos por herencia o donación entre familiares directos, cónyuges, descendientes y ascendientes– ha supuesto un beneficio medio en donaciones de 7.317 euros para los contribuyentes castellanos y leoneses.

En Ávila han sido 2.102 contribuyentes los que se han ahorrado 8,7 millones de euros; 4.506 en Burgos, por valor de 33 millones; 5.429 en León, con un ahorro de 43,6 millones de euros; 2.021 contribuyentes en Palencia, que se han ahorrado 14,2 millones; 3,752 en Salamanca, por 37,8 millones; 2.280 en Segovia, por 15,3 millones; 1.368 beneficiarios en Soria, por 7,5 millones; 5.877 en Valladolid, con un ahorro de 46,5 millones de euros; y 2.445 contribuyentes de Zamora, que han ahorrado 11 millones.

Según los datos de la Junta de Castilla y León, la eliminación de este impuesto ha contribuido al crecimiento económico, a la mejora del bienestar de los ciudadanos de la Comunidad –al eliminar la traba que el pago del impuesto pudiera suponer a la transmisión de los bienes entre familiares directos– y al incremento de las bases imponibles en otros tributos. Asimismo, esta supresión ayuda al relevo intergeneracional de empresas y negocios, así como al emprendimiento, pues el pago del impuesto no supone un obstáculo para ello.

Además, con esta medida se estimula la demanda interna al generar una mayor disponibilidad de rentas a los contribuyentes de Castilla y León; se incentiva la actividad económica y la inversión, incrementando el consumo por el aumento de la renta disponible para la economía familiar; y se favorece el crecimiento económico y la creación de empleo.

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