Tras personarse un varón en el Centro de Salud del municipio alertando que había una persona en su casa que podría estar muerta, un equipo médico se desplazó a la vivienda (en la calle Bajada del Río) y el facultativo comprobó que la mujer, de entre 40 y 50 años, había fallecido. Al detectar que podría tratarse de un fallecimiento en extrañas circunstancias, alertó al 112 para activar el protocolo de actuación.
Miembros de la Policía Local, Nacional y Guardia Civil se personaron en el lugar de los hechos y en estos momentos ya se está investigando el caso para determinar la causa de la muerte.
De tratarse de un nuevo caso de violencia de género sería el primero que se produce en 2023, después de un año que ha arrojado la cifra de 49 mujeres fallecidas por violencia machista, de las que 11 perdieron la vida el pasado mes de diciembre.