El Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes ha presentado la renovación del convenio de colaboración con la Fundación Alcándara, responsable de la puesta en marcha de Proyecto Hombre Salamanca, por el que vuelve a conceder a la entidad una subvención directa de 3.500 euros. Una ayuda que se destinarán a colaborar con los gastos de funcionamiento de la entidad, más concretamente aquellos gastos que se derivan del suministro eléctrico y el combustible necesarios para mantener en unas condiciones óptimas las instalaciones ubicadas en Santa Marta donde Proyecto Hombre lleva a cabo su labor.
La concejala de Bienestar Social, Mari Cruz Gacho, ha recordado que la fundación realiza una «labor benéfica asistencial» con gente de toda la provincia pero también de Santa Marta. «Durante este año, un 9,27% de las personas en tratamiento en el centro han sido de Santa Marta, por lo que la ayuda también redunda en nuestros vecinos. Además, es de sobra conocido el trabajo tan grande que se realiza a través de este proyecto», ha explicado Gacho.
En el último mes la fundación ha atendido a 250 personas a través de sus diferentes programas. Así, la Comunidad Terapéutica ha contado con 32 personas, el Programa de Reinserción Socio Laboral con 10, el Servicio de Evaluación, Orientación y Diagnóstico con 34 personas, el Programa Alba con 18, el Centro de Capuchinos con 14 personas y el Programa de Atención a Familias con 160.
Proyecto Hombre es un programa educativo y terapéutico que concreta su intervención con los usuarios del centro en tres fases: por un lado a través del Servicio de Evaluación, Orientación y Diagnóstico, con la Comunidad Terapéutica y a través de la reinserción socio-laboral.
Manuel Muiños, director de la Fundación Alcántara, ha comentado que «además también trabajamos en el Centro Penitenciario de Topas y tenemos un programa de atención domiciliaria en el mundo rural que se llama Programa Trashoguero».
Como ya explicaba Muíños el año pasado, tras la pandemia, se ha incrementado la demanda de ayuda y además «el tema del alcohol se ha disparado y también está implementándose el programa ambulatorio». Aunque hay gente de todas las edades, reconoce que la edad es cada vez más temprana y que «la demanda de las mujeres se ha hecho también bastante presente». La Fundación Alcándara no se ha centrado sólo en la reinserción, sino que ha tenido que dar respuesta a temas de desestructuración familiar más allá del campo de las adicciones y «hemos tenido que abrir el recurso de la casa Mateo 25 para la acogida de personas en riesgo de exclusión».
Con esta dotación económica que cada año concede el Ayuntamiento de Santa Marta, la Fundación Alcándara podrá hacer frente de forma más holgada a los gastos corrientes que genera toda la infraestructura de este proyecto benéfico asistencial.