El equipo de Gobierno de Santa Marta ha presentado el proyecto de impuestos, tasas y ordenanzas fiscales para el año 2023. Un borrador que tendrá que ser aprobado en pleno y que plantea congelar por décimo año consecutivo los impuestos municipales, una medida para suavizar la presión fiscal de los vecinos en una época económica complicada. Cabe destacar, además, que el IBI urbano de Santa Marta ya se encontraba entre los más bajos de la provincia dentro de los municipios de similares características.
«Debemos tener en cuenta que el IBI es una de las principales cargas fiscales que asumen los ciudadanos y en Santa Marta está en 0,44, casi rozando el límite a la baja impuesto por ley que está en 0,41. Para los ayuntamientos este impuesto supone una importante fuente de ingresos, pero debemos asumir parte de esa carga fiscal que queremos quitar a nuestros vecinos», ha señalado David Mingo, alcalde de Santa Marta.
Además, las bonificaciones se han hecho extensivas al Impuesto de Construcciones Instalaciones y Obras -ICIO-, en el que se ha establecido una bonificación del 95% para la instalación de placas solares. Una bonificación que ya estaba establecida anteriormente en el 50%, por lo que aumentará casi el doble en este ejercicio.
En cuanto a las tasas, de nuevo se han vuelto a congelar, a excepción de la tarifa por el suministro de agua, simplemente se actualizarán aplicando el IPC, ya que llevaban cuatro años sin actualizarse, por la pandemia y la difícil situación que atravesaron muchas familias. Una actualización de obligado cumplimiento ya que está recogida en el pliego del contrato que el Ayuntamiento mantienen con la empresa gestora del servicio. Una ligera subida que, en cualquier caso, sólo supondrá 0.60 céntimos más al mes para los consumidores medios, que son el 80% de la población de Santa Marta y que en caso de no aplicarse «supondría una falta de responsabilidad del Ayuntamiento que podría tener problemas en el futuro». Como ha recordado David Mingo, durante los años de pandemia las tarifas de agua se han mantenido inamovibles al no ser oportuno aplicar las subidas correspondientes, que ahora sí deben hacerse.
Un proyecto de ordenanzas en el que el Ayuntamiento de Santa Marta sigue apostando por favorecer la capacidad de ahorro de sus ciudadanos ajustando los presupuestos municipales al máximo, gravando lo menos posible a sus vecinos mediante un esfuerzo de contención fiscal del Consistorio.