Los niños saharauis del programa ‘Vacaciones en Paz’ visitan el Ayuntamiento antes de regresar a casa

Los trece niños saharauis que participan este verano en el programa ‘Vacaciones en Paz’ en familias de acogida en la provincia de Salamanca han acudido esta mañana de martes al Ayuntamiento de Salamanca a la recepción ofrecida por la concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Ana Suárez, que junto a otros ediles de la Corporación municipal han querido formar parte de este entrañable acto que sirve como despedida de los pequeños que el próximo sábado regresarán a sus hogares.

Una iniciativa que se ha recuperado después de dos años de parón por la pandemia y que gracias a la labor que realizan desde la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui (Ampusasa) ha podido volver en esta edición, en la que han participado 13 niños (8 niñas y 5 niños) de 7 y 8 años, que acuden a Salamanca por primera vez, procedentes de los campos de refugiados saharauis. Desde el pasado 22 de julio, los pequeños han disfrutado de una confortable y acogedora estancia en la ciudad, que les permite liberarse de las duras condiciones del desierto y de paso recibir una alimentación saludable y equilibrada, además de revisiones y asistencia médica.

El programa ‘Vacaciones en Paz’, tutelado por el Servicio de Protección a la Infancia de la Junta de Castilla y León, llega este año a su 25ª edición y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Salamanca, que contribuye con una asignación económica a Ampusasa para sufragar los gastos del traslado de los participantes. Colaboración que la presidenta de Ampusasa, Ángeles Giménez, ha agradecido, porque son ayudas con las que se puede seguir desarrollando el programa.

En el acto también ha participado el delegado de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui en Castilla y León, Mohamed Labat, quien ha recordado que el Sahara Occidental «fue la región 53 de España» y ha hecho un llamamiento «a la reflexión de España y los españoles sobre la situación del pueblo saharaui» y ha apelado «a la responsabilidad de los políticos para recapacitar la decisión del Gobierno de España, de Pedro Sánchez, de aliarse con Marruecos». Labat ha insistido en que el pueblo saharaui «no dejará de luchar hasta lograr su libertad».

Todos han coincidido en agradecer a las familias de acogida su esfuerzo y hospitalidad con estos niños «que durante unos meses les permite alejarse de la dura realidad en la que viven» y confían en dar continuidad a este programa «que se lleva realizando desde hace ya 25 años, lo que demuestra que «Salamanca es una ciudad generosa y hospitalaria», al tiempo que animó a que más familias se sumen a recibir a más niños en el futuro. En este sentido, la presidenta de Ampusasa confía en que el próximo año se duplique y se llegue a 26 en el número de niños y familias que participen en ‘Vacaciones en Paz’ «volviendo así a las cifras que teníamos antes de la pandemia».

La teniente de alcalde, Ana Suárez, ha entregado a los pequeños un ejemplar del cuento sobre la historia de Salamanca con su ‘rana’ como protagonista. La recepción ha concluido con la salida de los niños al balcón del Ayuntamiento para admirar la belleza de la Plaza Mayor.

Además de la colaboración en este programa, el Consistorio salmantino también convoca cada año ayudas económicas contra la pobreza a través de Organizaciones no Gubernamentales de Cooperación al Desarrollo (ONGD), que este año ascienden a 75.000 euros. Se concede una especial preferencia a los proyectos que se desarrollan en países empobrecidos que cuenten con Índices de Desarrollo Humano (IDH) bajo y medio, según los indicadores y calificación establecida por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Salamanca

La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Salamanca es una organización sin ánimo de lucro que desde hace más de dos décadas tiene como objetivo la organización de la acogida temporal en Salamanca de niños saharauis procedentes de los campos de refugiados saharauis para mejorar su salud, tanto física como psicológica. Además, promueve proyectos de ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo y fomenta el conocimiento de los dos pueblos desarrollando los lazos históricos que unen a ambos.

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