Después de una noche muy intensa y de las más multitudinarias que se han conocido en Santa Marta llegaba el momento de enfrentarse a ‘Botoncillo’, el Toro del Aguardiente. Dos vacas por delante para que los mozos calentaran y las fuerzas y cuerpos de seguridad retiraran del coso y el callejón a los menores y aquellas personas que no se encontraban en situación de saltar a la plaza. Con la plaza a reventar y, como es habitual, gran expectación se rindió homenaje a uno de los santamartinos, peñista y taurino más querido, Chema, que recibió una gran ovación.
Buen juego de las vacas que embistieron y permitieron el lucimiento de los jóvenes que realizaron cortes y carreras vistosas y de gran mérito. Más ‘cinturas’ que nunca en el albero para buscar ese quiebro, ese corte o ese salto soñado. También unos cuantos revolcones sin consecuencias graves y solamente un joven tuvo que ser atendido por la agrupación de Protección Civil.
La salida del toro ‘limpió’ la plaza de cortadores, dejando únicamente a los más expertos y a los veteranos. ‘Botoncillo’ salió con fuerza, rematando en tablas y mostrando las hechuras de un toro bravo. Pero pronto se vino abajo, permitiendo solamente un puñado de buenos encuentros en los que los cortadores tuvieron que arriesgar, antes de ‘refugiarse’ en las tablas.