La «valentía, humanidad y compromiso’ de Manuel Muiños le hacen merecedor del título de Hijo Adoptivo de Salamanca

Emocionado y nervioso, el sacerdote Manuel Muiños Amoedo ha recibido esta mañana el nombramiento de Hijo Adoptivo de la Ciudad de Salamanca ante un abarrotado Salón de Recepciones, que se ha quedado pequeño de los numerosos amigos y personas que han querido estar presentes para mostrarle su cariño y amistad.

El Ayuntamiento en nombre de todos los salmantinos le ha hecho este reconocimiento a su trayectoria al frente de Proyecto Hombre Salamanca, desde donde ha “peleado con valentía, humanidad y sacrificio”, como ha destacado el alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo.

El homenajeado ha hecho un repaso a su vida en la ciudad charra desde hace 34 años, con referencias a los personajes literarios vinculados a Salamanca, a sus tradiciones y fiestas y a los 27 años desde que se ordenó sacerdote, donde siempre ha ejercido en municipios de la provincia salmantina y hoy sus alcaldes así como los miembros de la Fundación Alcándara han arropado con su presencia a su ‘párroco. Muiños ha reconocido sentirse «satisfecho por todo lo que Salamanca y sus gentes me han regalado y he sabido disfrutar de este rinconcito de cielo en la tierra que es Salamanca»

Generoso, solidario, humilde, comprometido y su espíritu de lucha para ayudar a los más vulnerables son los valores que marcan el día a día en la vida de este gallego que llegó desde Redondela a Salamanca hace ya 34 años, por lo que la distancia que marcan los 413 kilómetros que separan ambas localidades se han fundido en su corazón y ya se considera un charro más «siempre con la añoranza de Redondela». Valores que le llevaron en el año 2000, junto con un grupo de personas, a constituir la Fundación Alcándara para sentar las bases de la creación de Proyecto Hombre para ayudar a las personas a superar las adiciones y a reinsertarse en la sociedad. Una labor dura que Muiños sabe dirigir gracias a su “tesón, compromiso y exigencia” para recorrer un camino lleno de altibajos con quienes acuden a refugiarse en él, «que siempre abre la puerta de las oportunidades a los que más lo necesitan en la lucha contra las adicciones», como ha señalado el primer edil de Salamanca y que lo hace guiándose por el mensaje ‘No pidas una carga ligera, pide unas espaldas fuertes’ que leyó en una estampita en un libro cuando estudiaba en el seminario.

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