La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha estado en Salamanca para conocer el estado de las obras de la nueva residencia de mayores que se está construyendo en barrio Puente Ladrillo con una inversión prevista de más de 18 millones de euros procedentes de fondos europeos. La consejera ha explicado que las obras comenzaron a principios de 2020 y que «a pesar de la pandemia y del difícil contexto actual, tanto a nivel nacional como internacional, marcado por la crisis económica y los problemas de suministro de material, se ha logrado acortar los tiempos de ejecución previstos y ya se ha certificado obra por 11,5 millones de euros, aproximadamente el 76 % del presupuesto. Es decir, ya se han ejecutado más de tres cuartas partes de la intervención».
Ante este escenario, Blanco ha anunciado que, aunque su finalización estaba prevista para mayo de 2023, con un plazo de ejecución de las obras calculado en 40 meses, «la previsión actual es finalizar a finales del tercer trimestre de este año e intentar que Salamanca cuente con este nuevo centro residencial antes de que termine 2022». Actualmente, el equipamiento del centro se encuentra en licitación, con una inversión prevista de más de 3,25 millones de euros, destinados fundamentalmente al mobiliario y a modernas ayudas técnicas, así como a equipar la cocina y la lavandería.
Gracias al importante compromiso de la Junta de Castilla y León, Salamanca contará con un centro multiservicio de cuidados de larga duración para personas mayores dependientes que funcionará en su totalidad en unidades de convivencia, adaptado plenamente al nuevo modelo de atención residencial centrado en la persona que está impulsando el Gobierno autonómico.
Estas unidades permiten la creación de entornos íntimos y acogedores, lo más parecidos a un ‘hogar’, que facilitan el desarrollo del proyecto vital de cada persona, así como una atención integral personalizada para que las personas que precisen apoyos puedan seguir teniendo control sobre su vida y continuar viviendo de forma acorde a sus valores y preferencias, de manera que el centro residencial sea una continuidad del hogar y de la vida cotidiana de las personas.
La responsable del departamento de Familia e Igualdad de Oportunidades ha recordado que se trata de un modelo que se está implantando en las residencias para personas mayores dependientes de la Gerencia de Servicios Sociales y que «se trasladará a todas las residencias de la Comunidad a través de la futura Ley Reguladora del Modelo de Atención Residencial para Cuidados de Larga Duración en Castilla y León que continúa su tramitación en esta nueva legislatura».
La de Salamanca es una de las tres nuevas residencias de titularidad de la Gerencia de Servicios Sociales que se construya plenamente adaptada al nuevo modelo de atención residencial. Las otras dos son las de Ávila y Zamora, en las que se invertirán más 16 millones de euros en cada una de ellas.
Distribución, calificación energética y adaptación a la economía circular
La nueva residencia de Salamanca supondrá la creación de cerca de 200 plazas para personas mayores dependientes de las que 170 serán en la unidad residencial distribuidas en 12 unidades de convivencia y 16 plazas de estancias diurnas en el nuevo centro de día que funcionará también en una unidad de convivencia. Además, contará con plazas de convalecencia sociosanitaria.
En cuanto a la distribución del centro, se organiza en una planta baja con un gran vestíbulo que sirve de espacio de comunicación entre los distintos recintos y espacios comunes (salas de estar, cafetería, salas de visitas, fisioterapia, terapia ocupacional, comedor y peluquería). En la planta baja también se ubican las zonas de servicios (administración, cocina y lavandería) y el centro de día.
Por otra parte, la zona residencial se distribuye en tres plantas, cada una con cuatro unidades de convivencia que tienen capacidad para entre 13 y 16 personas y están dotadas con dormitorios dobles e individuales, con baño propio y con espacios y servicios comunes. A todo ello se suma un sótano para instalaciones.
Tres patios abiertos en la zona de las habitaciones de los residentes son los que comunican el centro con el exterior.
El nuevo edificio posee una calificación energética tipo A que corresponde con los edificios energéticamente más eficientes ya que para lograr la mayor eficiencia se ha elegido la mejor orientación de las diferentes dependencias, especialmente de las habitaciones de la residencia, y se utilizarán energías renovables -el centro cuenta con una caldera de biomasa y cerca de 100 paneles solares fotovoltaicos- y equipos de alta eficiencia.
Según ha explicado la consejera de Familia durante su visita, el nuevo centro de Salamanca «adoptará en todas las fases implicadas criterios de ‘economía circular’ que tienen por objeto reducir tanto el consumo de materiales y energía como la producción de residuos, cerrando los ciclos o flujos económicos y ecológicos de los recursos».
Con esta nueva infraestructura, la Junta pretende dar respuesta a las necesidades de las personas con dependencia en la capital salamantina, puesto que la actual residencia ‘San Juan de Sahagún’ solo cuenta con 67 plazas adaptadas para dependientes del total de las 133 plazas de que dispone.
Isabel Blanco ha avanzado que el nuevo centro contará con los 91 trabajadores que actualmente prestan servicios en la residencia ‘San Juan de Sahagún’ y, además, «su puesta en marcha conllevará un importante incremento de personal, como mínimo de 50 trabajadores, principalmente en la categoría de atención directa».