El mural de grandes dimensiones ya está terminado y los vecinos de Villares han podido descubrir la temática que encerraba esta pintura.
Los Quintos son los protagonistas y reciben así el reconocimiento público del municipio a los jóvenes que este año han retomado su participación y han recuperado una de las fiestas más tradicionales de los pueblos y de la que Villares también disfrutaba cuando era un pequeño pueblo y que hacía 22 años que no vivía una jornada como la del pasado 30 de abril que llenó las calles de juventud y animación.
La fiesta de los Quintos ha llegado para quedarse y la elaboración de este gran mural es una prueba del compromiso municipal con los jóvenes de Villares, como ha reconocido la concejala de Cultura, Ángeles Giménez.
En este sentido, la edil del área insiste en la importancia de mantener la tradición y la unión vecinal a través de propuestas que vinculan la vida en el municipio. Por ello, el objetivo es dar continuidad a esta iniciativa y seguir creando nuevas y representativas pinturas. El mural ha supuesto un coste de 7.000 euros a las arcas municipales para convertir la pared del frontón municipal en un gran lienzo de 300 metros que además de simbólico contribuye a decorar y dar color al casco urbano.
Esta última representación de arte urbano se suma a los murales ya existentes en las paredes exteriores del pabellón con alusiones deportivas y junto al parque infantil con la imagen del pequeño Rubén García al que está dedicada esta zona de juegos.