Honores y cánticos para la Virgen de los Remedios que ha lucido esplendorosa en su día de fiesta, en el que se ha vuelto a reencontrar con los fieles después de dos años.
Arropada por numerosos devotos, fieles a la cita con el día grande de la patrona, la Virgen de los Remedios ha sido el eje central de las celebraciones dominicales. Tras la misa, ha salido en procesión por las calles del pueblo, precedida por la asociación local Tresbolillo, que le ha dedicado sus bailes charros durante el recorrido. Al finalizar los actos religiosos, la música y los bailes han continuado en la explanada de la iglesia.
A continuación ha llegado uno de los momentos más esperados con el baile del vermut, en el que el Consistorio ha repartido 1.800 tickets para invitar a una consumición gratuita a los vecinos en los bares.
Tras un breve descanso, la tarde ha comenzado fuerte con el teatro de calle para un público familiar con el espectáculo de humor que ha deleitado a los más pequeños.
La diversión ha continuado en la plaza de toros con el humor amarillo en el que las peñas han tenido que superar pruebas y obstáculos para salir vencedores. Una actividad que ha llenado de público las gradas para animar a los equipos y divertirse con los saltos y caídas por los hinchables.
El mercado medieval y el encierro infantil por la mañana, junto al torneo intergeneracional de cartas y el taller de caricaturas han sido otras de las propuestas para la tarde dominical, que darán paso a la verbena de la Orquesta Cañón.
Ambiente y animación en las calles a los que se suman las atracciones de feria que durante estas fiestas están instaladas en el Recinto Ferial.