El Consistorio de Santa Marta ha presentado la campaña de ayuda para Ucrania para ayudar y apoyar a las personas afectadas con el conflicto bélico iniciado recientemente. Los responsables municipales han decidido hacer una recogida y acopio de materiales para cubrir las necesidades más urgentes de la población que serán canalizadas por parte de la Asociación de Ucranianos de Salamanca. Además, los fines de semana, la Plaza España se iluminará con los colores de la bandera de Ucrania (amarillo y azul) como muestra de solidaridad.
En la campaña participa la Asociación de Empresarios de Santa Marta de Tormes, ya que los puntos de recogida de material y alimentos se han habilitado en los comercios y establecimientos de Santa Marta. Además, la Asociación de Ucranianos en Salamanca –encabezada por Tatiana Havryshchuk- se encarga de toda la parte logística, además de haber sido el motor de arranque de la campaña.
Los productos que se precisan de forma urgente son medicamentos como vendajes, gasas, betadine, agua oxigenada, material ortopédico, analgésicos, antiinflamatorios, antihemorrágicos, antibióticos y corticoides. También se necesitan todo tipo de alimentos no perecederos y material para bebés, como pañales y comida. Además de todo esto se recogen ópticas, linternas, pilas, walkie-talkies, baterías externas, ropa de abrigo y mantas, cinta aislante y cinta americana y teléfonos con botones.
«Ante el agravamiento de esta terrible situación queremos aportar nuestro granito de arena. La campaña se ha puesto en marcha de forma muy rápida, y a petición de la Asociación, porque entendemos que en estas circunstancias todo es urgente. El Ayuntamiento y los empresarios del municipio colaboramos de forma constante y esta red de trabajo ha hecho posible que seamos más ágiles», ha señalado el alcalde de Santa Marta, David Mingo.
La Plaza España además, se vestirá cada fin de semana de amarillo y azul hasta que se resuelva la situación. Un pequeño gesto que busca transmitir el apoyo de los santamartinos a todos los ucranianos. «Es sólo un gesto, pero también es una forma de que no nos olvidemos de lo que pasa más allá de nuestras fronteras», concluyó el regidor.