Esta mañana han comenzado en la Isla del Soto los trabajos para crear una nueva zona de arbolado en la pradera central de este gran pulmón verde de Santa Marta. En concreto, se plantarán 567 nuevos ejemplares de distintas especies de fresno gracias a la implicación medioambiental de los alumnos de los tres colegios de Santa Marta, que serán los responsables de esta reforestación que se prolongará durante tres días.
El colegio San Blas ha sido el primero de los centros de la localidad en realizar la plantación. El alcalde, David Mingo, y la concejala de Fomento, Marta Labrador, han acompañado a los 173 niños del centro, de 1º y 6º de Primaria, y les han agradecido personalmente su implicación con la naturaleza entregándoles un diploma, además de supervisar el comienzo de la plantación.
«Desde el equipo de Gobierno seguimos apostando por la Isla, por la recuperación de las riberas del Tormes, por nuestro río y también por los niños, por su educación ambiental y su formación en valores. Vamos a plantar en la explanada central casi 600 árboles, algo que nos ha llevado casi un año hasta que hemos conseguido los permisos. Nos sentimos especialmente orgullosos de una iniciativa tan bonita como esta que puede parecer menor pero que es importante por muchas cuestiones», explicó el alcalde santamartino.
Mañana el turno será para 148 alumnos del colegio Miguel Hernández, de los cursos de 3º de Infantil, 1º,2º y 3º de Primaria, y el miércoles harán lo propio 189 escolares del colegio Carmen Martín Gaite, matriculados en Infantil y Primaria. Cada niño plantará su propio árbol al que le pondrá una cinta identificativa y, además, se instalará un panel informativo en el que se reflejará la fecha y el nombre de cada alumno que ha plantado su árbol, una instalación que como resaltó el alcalde también es importante porque «al ver su nombre en el panel existirá siempre una vinculación entre ese niño y lo que ha hecho».
La actuación se está llevando a cabo en tres zonas muy delimitadas de la Isla del Soto, en concreto las más elevadas para evitar las zonas más fácilmente inundables por su proximidad al río, evitando así los posibles obstáculos a la corriente y las retenciones de agua.
El objetivo es crear una gran fresneda en la que se intercalarán ejemplares de sauce, aliso, chopo o álamo y sauco. El fresno es un árbol que aporta múltiples beneficios entre los que se encuentra la variabilidad paisajística por el tipo de vegetación que se genera a su alrededor, además de disminuir el impacto de las riadas. Otro de sus beneficios es su modificación del microclima ya que aumenta la humedad relativa del aire, genera temperaturas más frescas amortiguando las oscilaciones, se genera más actividad de macro y microorganismos y además, mantiene más baja la temperatura del agua, por lo que hay mayores concentraciones de oxígeno con el consiguiente aumento de la reproducción de peces e invertebrados.
Como señaló la concejala de Medio Ambiente, Marta Labrador, “aunque al principio habíamos pensado en diferentes especies de ribera, incluso árboles frutales, ya que la Isla había sido una huerta hace años, la Confederación nos ha dado la pauta de las especies que debemos plantar”.
Esta actuación supone una mejora importante del gran pulmón verde de Santa Marta que se erige como un paraje natural con múltiples posibilidades a muy poca distancia de los dos núcleos urbanos más importantes de la provincia en lo que a número de habitantes se refiere. Un importante espacio natural que David Mingo quiso poner en valor: “La Isla del Soto es casi patrimonio de todos los salmantinos ya que va más allá de Santa Marta y sin embargo es de Santa Marta. Es una cosa curiosa que un municipio pequeño haya influido tanto en Salamanca y en la vida de los salmantinos, a través de la política ambiental”.