La Asociación AMAP, -Asociación Mundial de Ayuda a Pueblos Necesitados-, ha sido la receptora de la subvención de 3.000 euros que se enmarca en las Ayudas de Cooperación al Desarrollo. Con este proyecto se busca fortalecer los derechos de las mujeres en El Congo a través de la creación de una cooperativa formada por 11 asociaciones hortícolas.
El proyecto de AMAP forma parte de un programa de desarrollo más amplio puesto en marcha por la ONG congoleña PRODI, que busca la soberanía alimentaria de las familias a través de las mujeres con el fortalecimiento de sus capacidades agrarias y el asociacionismo como base fundamental para consolidar sus derechos económicos y sociales.
Este programa ha posibilitado ya la creación de 11 asociaciones de horticultoras en el territorio de Ngandanjika, aunque solo tres de ellas cuentan con herramientas que les permitan tener mejores oportunidades. Por eso, este proyecto promueve la sinergia de todas las asociaciones en una cooperativa que facilite la producción sacando provecho de las infraestructuras disponibles.
Se creará un centro común de transformación, conservación y venta permanente de productos y se llevará a cabo un programa de capacitación de las socias y el personal contratado. Además, será necesario implementar medidas sanitarias relacionadas con la reciente pandemia de Covid y la manipulación de alimentos.
Para poner en marcha este proyecto se ha conseguido financiación recientemente para la construcción de una nave y se solicitará más financiación para construir dos naves más de las cinco que conforman el proyecto completo.
“Estamos hablando de una problemática que la vemos muy lejana pero conseguir la independencia alimentaria a través del autoabastecimiento no es tan fácil en determinados países, además el lugar que ocupan las mujeres en la vida diaria es secundario. Este proyecto cumplía con todos los requisitos que pedíamos para conceder estas ayudas y finalmente así ha sido”, explicó la concejala de Bienestar Social, Mari Cruz Gacho.
Son varios los objetivos que se esperan conseguir con este proyecto, en primer lugar, al crear la cooperativa se evitará la competencia comercial y la creación del centro de venta evitará que las mujeres tengan que recorrer grandes distancias con sus productos. Se evitará la pérdida de productos perecederos al compartir maquinaria e infraestructuras, se introducirán nuevos productos agrícolas, se crearán puestos de trabajo estables para las mujeres y con las ganancias se evitarán la tensión y la inseguridad que sufren las familias.
Este proyecto además generará capacidad de ahorro y un crecimiento en la actividad comercial y fortalecerá la posición de las mujeres tanto en sus familias –donde habitualmente solo ejercen de esposas y madres- como en las comunidades, además de capacitarlas en diferentes áreas. Por otro lado, facilitará la integración de las tribus de ese territorio de El Congo ya que la cooperativa estará formada por mujeres de diferentes comunidades