Los residentes de Ballesol han sido los artífices de esta iniciativa con la que han comenzado a decorar y poner color a los árboles del entorno de la residencia
Todos a una. Unidos y aferrados a un mismo fin para intentar sobrellevar la incertidumbre generada por el coronavirus y la pandemia que nos asola, los residentes y el personal de la residencia Ballesol iniciaron una actividad que se ha convertido en un proyecto común para seguir mejorando y dando una nueva imagen a Santa Marta.
De esta manera, el municipio se ha sumado al ‘knitting’ o el arte de tejer con lana o ganchillo, y gracias a la iniciativa de Lola, Nieves, Goya y Alfonsa, de la mano de Laura, la animadora del centro, las trabajadoras y la doctora, y con la colaboración de los familiares, se han comenzado a decorar y forrar los árboles del entorno de la residencia. La avenida de Asturias y el parque anexo lucen ya las labores de lana y ganchillo cosidas de forma manual, lo que supone un valor extra al esfuerzo y las ganas por seguir aportando su granito de arena a la sociedad.
Comenzó siendo una manera de entretener a los mayores durante el confinamiento y pasar algunos ratos haciendo cosas diferentes a modo de terapia para ayudarles a superar las jornadas de encierro y aislamiento en sus habitaciones. Y así, del taller de manualidades que se realiza los miércoles, se pasó al de ganchillo y a estar horas y horas tejiendo e incluso con tantas ganas por seguir que aprovechan todos los ratos libres para seguir con las agujas creando coloridos cuadros de lana que se han convertido en una vía de escape y relax para los residentes.
Una propuesta que ha ido sumando adeptos y ha captado la atención de todos y en la que también han participado los familiares, que se han volcado haciendo crochet con sus paneles con dibujos y colores diferentes que supone un atractivo más a la hora de colocarlos sobre los árboles.
Por ello, y con el fin de darle salida y que luzcan a la vista de todos, desde la residencia se pidió permiso al Ayuntamiento para poder instalar estas labores en la vía pública, cuya disponibilidad ha sido una satisfacción que los mayores y responsables de Ballesol agradecen, porque les ha aportado un nuevo aliciente a los mayores, que ven cómo lo que han realizado tiene más sentido y es útil, que muestran con orgullo y cada uno tiene identificados dónde están colocados los que ellos han hecho.