La reapertura de la piscina climatizada de Villares vuelve a ser el centro del debate entre los representantes políticos al considerar que se ha realizado una inversión importante para acondicionarla y ponerla a punto para que se quede otra temporada cerrada.
En este sentido, desde el equipo de Gobierno se están barajando diversas opciones para la gestión del servicio, ya que aún no tienen decidido si la gestión la asumirá directamente el Ayuntamiento o se adjudicará a una empresa externa que se encargue del funcionamiento integral del recinto.
Decisión que se tomará en función de los recursos disponibles, como el personal municipal, la posibilidad que tiene el Consistorio de contratar o los servicios que se quieran poner a disposición del público, como asegura el portavoz municipal, Fernando Martínez. En este sentido, los responsables municipales consideran que la gestión directa implica mayor dificultad dado que no hay personal suficiente en el Ayuntamiento para destinar a esta instalación.
Asimismo, dado que se trata de una construcción con más de una década de antigüedad y con las situaciones de cierres intermitentes y las distintas empresas adjudicatarias que han pasado por el servicio, la piscina climatizada necesita actualmente un equipamiento nuevo para poder volver a abrir a los usuarios. La incorporación de las nuevas dotaciones (maquinaria y aparatos de ejercicios) ya cuenta con una valoración técnica y supondrá un coste de 100.000 euros, que se sumará a la inversión de 240.000 euros realizada en la renovación integral y estructural acometida en 2019 para garantizar la seguridad de la instalación.
De esta manera, los numerosos usuarios que acudían cada temporada de invierno a realizar ejercicio a estas instalaciones deberán esperar para ver si el próximo mes de octubre pueden volver a retomar sus hábitos saludables en las instalaciones sin salir del municipio y que, junto a la piscina climatizada de Santa Marta, son los únicos del alfoz que prestan este servicio.
Un cúmulo de retrasos desde hace más de una década
Los retrasos y problemas han sido una constante en el proyecto de la piscina climatizada de Villares de la Reina. Aunque la construcción finalizó en mayo del 2007, la apertura oficial no llegó hasta febrero del 2009 y a partir de ahí, los problemas con las empresas adjudicatarias se han ido sucediendo y han impedido su apertura continuada, a lo que se sumó que en la temporada de 2019 no pudo abrir sus puertas por el deterioro y las filtraciones existentes en la estructura y el pasado curso la pandemia ha impedido de nuevo su puesta en marcha.
Instalaciones y servicios
El proyecto supuso una inversión de unos 3 millones de euros y se completó con un recinto que incluye no sólo la piscina climatizada, sino también gimnasio, jacuzzi, sauna, sala de relajación acuática, sala de fisioterapia, centro médico, sala de recuperación de lesiones y un espacio para actividades y talleres en la primera planta.