La ordenación del tráfico será la primera medida que va a tomar el Ayuntamiento de Villares tras obtener la titularidad de la travesía central del polígono con la cesión por parte de la Unidad de Carreteras del Ministerio de Fomento.
Con este objetivo y una vez firmada la cesión del tramo de 1,4 kilómetros correspondientes al tramo de la N-620 a su paso por la zona industrial, los responsables municipales han mantenido un encuentro con agentes de la Guardia Civil para concretar los cambios y la reordenación del tráfico que regirá a partir de ahora.
La intención municipal es convertir el carril central en un vía más urbana, con más pasos de peatones y más accesible, con la creación de nuevas rotondas de distribución del tráfico y la reducción de regulación semafórica. Cambios que supondrán la primera modificación de la transformación integral que el equipo de Gobierno pretende dar al polígono para cambiar su imagen y hacerlo más comercial, para lo que también está en contacto con los empresarios que, como asegura el alcalde, Ventura Recio, son una pieza fundamental para realizar aportaciones y sugerencias para consensuar la renovación al ser afectados directos.
Primeras actuaciones en las que se encuentran también el acondicionamiento de los nuevos aparcamientos para camiones previstos en las calles más amplias para evitar los puntos conflictivos para la circulación de los vehículos pesados y de gran tonelaje.
El plan de renovación integral y modernización de la zona industrial se acometerá por fases e incluirá, además la sustitución de las redes de agua y conexiones de servicios en los tramos más antiguos, la mejora de las vías de servicio, nuevo acerado y se dará continuidad al carril bici que llega desde Salamanca.