El público salmantino ha disfrutado con la historia de un clásico narrada en clave de humor e ironía.
El Teatro Liceo de Salamanca ha acogido la representación que narra los esfuerzos de un pueblo manchego, de cuyo nombre nadie se acuerda, por no desaparecer para siempre. Abandonado en medio de la España vacía, con malas comunicaciones y escasos servicios, su único patrimonio está en su pasado: ser la cuna del más famoso caballero andante, el ingenioso don Quijote de la Mancha.
La aparente intención de edificar un Parador Nacional de Turismo abre una ventana de esperanza para el pueblo, que se lanza a luchar por ser el lugar elegido para su construcción. De natural escéptico, con fuerte tendencia a la ironía y a cierto grado de locura, el pueblo entero decide armarse caballero andante y, haciendo honor a la memoria de su ilustre antepasado, pelear contra los gigantes que lo amenazan y alcanzar la gloria con todos los merecimientos posibles.