Los niños de la guardería municipal aprenden a cultivar su huerto ecológico

Los escolares de la guardería municipal de Santa Marta ya tienen su propio huerto ecológico para plantar y cultivar verduras y hortalizas que después recogerán y podrán llevarse a casa.

La iniciativa, puesta en marcha a través de la Concejalía de Infancia con el apoyo de las educadoras del centro infantil, pretende dar continuidad al proyecto iniciado en el colegio San Blas hace ya más de seis años, «que tuvo una gran acogida y sigue siendo un éxito», afirma la concejala del área, Esther Casado.

El Ayuntamiento ha colocado dos bancales en el patio exterior del centro infantil, en el que hay matriculados 45 escolares en estos momentos, y serán los pequeños de 2 a 3 años los encargados de realizar estas tareas y convertirse en pequeños hortelanos y aprender a cuidar el medio ambiente.

El alcalde, David Mingo, y la edil de Infancia compartieron con los niños el inicio de la actividad en la Escuela Municipal Infantil, uno de los centros con más prestigio y prestaciones que existe en el alfoz, y no descartan ampliarlo a los otros dos colegios del municipio «si así nos lo demandan».

El centro infantil cuenta con seis educadores, uno por cada aula, además de una persona de apoyo, una cocinera y una limpiadora y utiliza una metodología que, a través del juego de forma individual o grupal, busca alcanzar unos objetivos establecidos por edad. Contenido que al final de cada trimestre se entrega a los padres como muestra del trabajo realizado por sus hijos y se mantiene un contacto directo con ellos gracias a una agenda actualizada para informarles diariamente. Además, un día a la semana se ofrece inglés, otro música y otro psicomotricidad y a diferencia de cualquier otro centro, los niños trabajan con una metodología que incluye programas anuales con unos objetivos concretos y la flexibilidad de horarios facilita a los padres la conciliación.

Las amplias instalaciones permiten que, además de estas aulas, la escuela infantil disponga de dos salas de siestas, un aula de psicomotricidad, otra de usos múltiples y un aula para actividades manipulativas, cada una con su propio baño adaptado. Asimismo, ofrece un servicio de comedor en el que se sirven comidas elaboradas en la cocina de que dispone el centro y del que los pequeños pueden disfrutar de manera mensual o bien por días, en función de las necesidades de los padres. Junto a estas aulas, se encuentran dos patios cubiertos, a los que se han unido recientemente otros dos exteriores que se han acondicionado con césped artificial.

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