El Ayuntamiento de Santa Marta da un paso más en la promoción del municipio incorporando el proyecto `Arte Emboscado´ de la Fundación EB Tormes con esculturas de gran formato.
El Ayuntamiento instala tres nuevas esculturas de hierro en la Isla del Soto, una interpretación artística dentro de la naturaleza con un enorme compromiso por el patrimonio natural.
Las manifestaciones artísticas que el espectador encontrará son un pájaro carpintero, elevado sobre un tronco de más de seis metros de altura, que está situado junto al puente que une la Isla del Soto con la localidad, recibiendo a los visitantes; una garza de casi cinco metros que encontrarán los transeúntes que se acerquen a la Isla por la Aldehuela y un grupo de hormigas situadas junto al museo recorriendo los enormes maceteros instalados hace escasos meses.
Todas ellas son obra de la artista Coral Corona y está realizadas en hierro oxidado, material que con sus tonos marrones, ocres y rojizos, se entremezcla suavemente con el entorno. En ellas se observan formas simplificadas y pliegues en plumas de hierro que aportan movimiento y ligereza a estas estructuras voluminosas.
El alcalde de la localidad, David Mingo, ha explicado que “nuestro deseo era realizar un acto para presentar estas esculturas que quieren ser un homenaje a todos aquellos que han fallecido durante esta pandemia. Aunque la situación sanitaria no nos lo ha permitido queremos recordar con estas esculturas a los que ya no están, a los que se quedaron en el camino, pero siguen ocupando una parte importante en los corazones de aquellos que los seguimos teniendo presentes y ese homenaje se realizará cuando sea posible”.
En otro orden de cosas, David Mingo quiso resaltar “la implicación con la cultura que tenemos en este Ayuntamiento y que se viene manifestando especialmente en estos últimos años, en los que hemos dado un impulso definitivo a diversas manifestaciones artísticas, a las que se suma hoy esta, en un enclave privilegiado como es la Isla del Soto, permitiendo al paseante que disfrute aún más del entorno gracias a Raúl de Tapia y al proyecto de Arte Emboscado de la Fundación EBTormes. La realidad natural se convierte así en un referente artístico que nos provoca pensamientos y sensaciones y que educa con la mirada, sobredimensionando a través de estas esculturas la fauna y la flora de la Isla y sirviendo como elemento divulgativo”.
Como explica la propia escultora, “el arte dentro del bosque, de la naturaleza, pero también el arte que embosca al visitante rodeándolo, atrapándolo y generando emociones. Al igual que en Almenara de Tormes se focalizó sobre el entorno vegetal, con el mundo de las plantas convertido en un referente artístico, el foco está ahora puesto en la fauna que existe en la Isla del Soto, también de una forma magnificada, a través de una pequeña galería artística en la que esa fauna agrandada nos muestra la belleza oculta de nuestra diversidad. Estas esculturas no se hicieron al azar, sino que representan, por un lado, a través de las aves, el alma de nuestros mayores y de todos los que ya no están a nuestro lado, pero siguen tan presentes en nuestros corazones; la libertad, que también simbolizan las aves y a la que ansiamos volver para relacionarnos entre nosotros y seguir siendo una sociedad que trabaja unida y por último la cooperación, representada en el grupo de hormigas, que hablan de una sociedad que trabaja unida por el bien común. Vivimos tiempos muy difíciles para todos y estas esculturas quieren ser un recuerdo a todo lo perdido y una ventana abierta a la esperanza, a lo que ha de llegar”.